miércoles, 9 de junio de 2010

Windtalkers


Sorprendente esta cinta, que con una muy cuidada realización, narra exquisitamente, en un contexto bélico, la cuestión etnocentrica de las diferencias con el otro.

El ejercito de los Estados Unidos, decide movilizar a los Navajos para utilizarlos como radioperdores en el Pacífico. De esta manera los japoneses no pueden descifrar la débil seguridad de sus transmisiones.
Pero cada uno de ellos se convierte en un elemento valioso para el sistema. Debe ser salvaguardado hasta el último extremo. Para ello tienen asignados un sargento con las órdenes muy claras.

Un veterano soldado, sobreviviente a todo su pelotón, quiere volver al frente para saldar la cuenta que considera pendiente con la vida, al no estar con sus compañeros caidos.
Aunque está sordo de un oido, consigue burlar el reconocimiento médico con ayuda de una enfermera que está enamorada de él.
Conocedor del extremo al que pueden llegar sus órdenes, intenta no entablar demasiada relación con su protegido, pero no es esa la única razón. También arriesga su vida continuamente en asaltos expuestos al enemigo y misiones suicidas.
Otro compañero, establece un criterio contrario al intimar con el navajo, compartiendo su música y algunas tradiciones.
Tras los muchos días compartiendo vivencias, va calando la amistad entre el binomio. Hasta que llega el dilema de acabar con la vida del protegido para evitar que caiga prisionero. Ambos guardaespaldas, reaccionarán de igualmanera evitando hasta el último momento acabar con sus protegidos. De hecho ninguno de ellos lo hará, incluso sacrificarán sus vidas para evitar la muerte del otro. Aunque este sacrificio no siempre será productivo.
Nos enseña esta cinta que los valores de la amistad son superiores a los rigores normativos de las ordenes, aunque sean tajantes. Así pues toda resistencia es inútil, y resulta más adecuado ser receptivo a las diferencias del otro.

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