martes, 15 de junio de 2010

Wimbledom: el amor está en juego


Una comedia romantica que sin duda hará las delicias de las muchas aficionadas a este tipo de cine previsible. En esta ocasión el romance tiene lugar durante el torneo de tenis de Wimbledom. Los efectos de la bola en la pista no son muy sugerentes. En ningún momento el espetador puede decir sentirse en la piel del tenista. Recurre al efecto "requiem por un sueño", realizando un zoom sobre el ojo del protagonista para adentrarnos en sus pensamientos más profundos.

Tiene cierta frescura al tratar el tema del torneo bastante livianamente. Así mismo la relación con el resto de secundarios; padres y hermanos, no está fuertemente sacudida por ningún turbio pasado. De esta manera todo se centra en la levedad de una primera relación que podría considerarse pasajera entre una tenista y un tenista a punto de retirarse.

El amor, por la jugadora beneficiará su confianza en la pista, logrando éxitos que en otro tiempo siempre se le habían resistido. Sin embargo, el pago será el sacrificio de ella, que con la relación empeora su juego.
No se prodiga en un romance pastelero, es algo de agradecer, y más bien se aproxima a las memorias de un tenista a punto de retirarse, donde sus sueños se mezclan con la realidad para intentar encontrar un lugar próximo al éxito, pero dudará entre el éxito en el amor o en el juego.
Resolviendo este dilema será capaz de ganar la suficiente confianza para lograr triunfar en las dos "pistas".

No resulta excesivamente chauvinista ni pretenciosa, tal vez lo más forzado es el partido de la final que aunque no logra ser el más emotivo, da cierto suspense, esperando el romántico desenlace de la trama.

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