viernes, 8 de enero de 2010

Outlander


Un tema recurrente y muy socorrido en las historias de aventuras. El héroe que llega de otras tierras o lugar y después de superar la crisis de identidad, se convierte en la solución para el problema local.

En este caso el propio héroe es el que trae al problema, un ser de otro planeta que se entremezcla con las crisis locales ya existentes. Resulta interesante ver como, en un principio este nuevo fenómeno externo se interpreta por los nativos, de una u otra manera: un oso, el demonio, ... cada punto de vista etnocentrico le atribuye un origen.
El resultado será totalmente dependiente del nuevo héroe aparecido, procedente de otro planeta y civilización superior, conoce el secreto para poder destruir al mostruo. Tendrá que en un primer momento superar la incredulidad de los locales ante la criatura, y luego articular su conocimiento con los recursos locales para conseguir un arma más poderosa.
El choque de culturas está bien explicado. Los vikingos se creen superiores, así que desconfian del forastero, mientras que el ser de una cultura superior, considera normal encontrar otras culturas con otro desarrollo tecnológico y social diferente al propio pero totalmente válido.
Esta tal vez sea la visión más antropológica, donde se acepta cualquier cultura o civilización frente a la unicidad que defienden los vikingos.

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