Dioses y generales

Una de las partes de una trilogía fallida.
La primera superproducción sobre la guerra civil norte americana, situada al principio de la contienda, cuando aun no estaba claro cual podría ser el resultado.
Se están definiendo los bandos. Al general Lee le ofrecen el mando del ejercito del norte, pero él decide estar del lado que decida su estado, Virginia. Los confederados con un ejercito menor y menos equipado dispone de los mejores generales, al tiempo que el norte tiene en sus filas a los eruditos y emprendedores de éxito.
La lucha se desarrolla en un espacio muy próximo Washinton y Redmon, las dos capitales que pugnan por conseguir su lugar en la historia.
La propuesta del norte se contempla como una amenaza para la forma de vida del sur, mientras que en el norte se ve como la liberación del sur. Aparece la figura del esclavo negro y el libre negro, una idea ambigua que impide ver con claridad de posición de este colectivo, ya que se dá la misma importancia a los argumentos a favor como en contra.
El general Jackson, entre otros, es el que permite desestabilizar la balanza de la guerra al conseguir grandes victorias en las batallas. Afronta la contienda como una guerra de religión, como en las cruzadas, lo que aporta un efecto extremista equivalente al de cualquier otra religión.

Cuando victima del fuego amigo cae el general Jackson, el sur comienza a ver que será muy complicado mantener la moral de las tropas, frente al cada vez, más numeroso enemigo.