lunes, 25 de mayo de 2009

Los Falsificadores


Una película más sobre el holocausto más mediatico de toda la historia, el de los Nazis contra los Judíos.
En esta ocasión, conocemos la historia de un falsificador judío alemán, que durante la represión que sufren estos últimos, es capturado y reconducido desde los campos de exterminio a un campo de élite, para realizar una falsificación a gran escala de la moneda de los enemigos. La idea consiste en inundar la economía de dinero falso, algo que dudosamente sería causa de crisis económica, y más si la falsificación es tan buena como aparece en la película.

Una vez, reunido un pelotón de expertos en impresión y grabación, se pondrán a las órdenes del mejor falsificador para conseguir los objetivos. En un primer momento intenta mostrar el instinto de supervivencia, donde cada individuo piensa en su propia salvación. De esta manera el grupo acepta a realizar la falsificación, a cambio de seguir con vida.

En la segunda fase de la falsificación, empieza a despertarse un instinto más colectivo. una preocupación por el prójimo; colocando al individuo como herramienta del sistema. Una doctrina muy próxima al Nazismo y al socialismo, pero como ocurre en el mundo, no todas las mentes se aferran a esta idea y pervive el instinto de supervivencia e individualidad que es la libertad privada frente a la liberación colectiva.
La polémica queda resuelta de una manera muy política, el socialismo extiende sus garras entre los obreros que sólo se sienten engranajes de una maquinaria que es su nación. Su actitud es tan global a los intereses de la nación que no actuan, prefieren ser pasivos ante toda la situación de manera que buscan un enfrentamiento directo con las fuerzas alemanas, o el sabotaje de su propio trabajo.
Finalmente la salvación llegará de mano de la libertad individual, del derecho a trabajar frente a la oposición colectiva del sistema. Se expresa claramente como el falsificador se mantiene en una posición neutral ante las dos posiciones, (durante la pelea no interviene), y finalmente toma su propio criterio que a la postre es una solución inadmisible por ambas partes. Una buena crítica a los sistemas políticos dualistas actualmente tan presentes.

Resulta chocante, la celebración del primer éxito de la falsificación de una manera conjunta entre alemanes y judíos (que también son alemanes) echando de menos un gesto que debería ser más común, y es el reconocimiento de los conciudadanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu valioso comentario.