Una renovada historia de la conocida serie "superagente 86". En este caso nos cuenta como consigue convertirse en agente y su primera misión con el agente 99. Hay que alabar la actualización del humor del siglo pasado al XXI, los gags son menos absurdos y más actuales. Tampoco se exagera con la ignoracia, compensando más a todos los personajes.
Aparentemente la organización "Control" ha desaparecido con el fin de la guerra fría, al igual que su enemiga "Caos". Ahora sólo queda un museo que lo suelen visitar los escolares, donde se exponen algunas piezas clásicas del espionaje, como el "zapatáfono". Pero debajo de esta tapadera está la central de "Control" donde todos los agentes se reunen para conocer la situación de sus enemigos. Estas clarlas suelen ser intensas y maratonianas.
El superagente 86 se ha presentado a las pruebas para ser superagente, y tras conocer los resultados de su aprobado, pero no poder ascender por ser la persona más competente en su trabajo. Un día llega a la central y se encuentra con que ha sido asaltada y todas las identidades de sus agentes han sido reveladas.
La única solución es enviar a este nuevo agente desconocido y a una recien reincorporada agente 99 que ha sufrido una transformación estética. Ambos intentarán formar un equipo, demostrando en los primeros momentos su tiebieza para resolver misiones y tareas sencillas.
Poco a poco van cogiendo confianza hasta que consiguen poner fina a la conspiración, pero cuando todo parece resuelto, se revela que era una falsa tapadera y todo ha sido un error. Superagente 86 es acusado de traición y perseguido por sus propios compañeros. Finalmente tras acudir al encuentro de su compañera y su jefe, estos creerán su versión y descubrirán al verdadero infiltrado, el agente 23.
La historia termina como cualquier episodio dejando abiertas todas las posibilidades. De cualquier forma es una buena versión de la serie.
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