Una secuela, cuando en Hollywood se acaban las ideas, renovada y maquillada para un nuevo siglo.
Tras un inicio prometedor, la trama decae contundentemente perdiendose en dialogos, irrelevantes y poco convincentes.
Charlize Theron, como siempre, sale mejor en la caratula de la película que en movimiento. Dando vida a un personaje cansino y temeroso que no encaja en el grupo ni logra conectar con el público. En realidad ninguno de ellos lo consigue, y durante más tiempo del deseado intentas encasillarlos en otros personajes más significativos.
Un grupo de ladrones de élite, realizan un robo en Venecia. Tras el éxito del mismo, uno de ellos intenta eliminar al resto del equipo para quedarse con todo el botín.
El resto de supervivientes del grupo, deciden perseguir al traidor y robarle el botín. Tras un primer plan fallido y un espantos resultado con el segundo, se verán favorecido por la intervención de la mafia ucraniana. Finalmente tras algunas cortas persecuciones, todos estarán aliados contra el traidos y lograrán capturarle.
Tiene algunos momentos interesantes, pero son menos de los que se pueden esperar a priori.
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