lunes, 7 de diciembre de 2009

Las uvas de la ira


Un clásico del cine basado en una obra literaria de primera fila. No tiene fisuras y realmente resulta un alección para cineastas y guionistas.

Un excarcelado llega a Oklahoma, su ciudad natal para volver con su familia, pero encuentra un panorama muy distinto de cuando fue encarcelado.
El conductor que le recoge en la carretera desconfía de él cuando se entera de que acaba de salir de la prisión. Se encuentra con el antiguo predicador, que ahora se ha convertido en un vagabundo sin fe que recorre las desérticas tierras abandonadas y azotadas por el viento.
Su vecino se ha convertido en una alimaña que se esconde de la autoridad y sobrevive de los restos de los antiguos vecinos que se han marchado.
Con suerte llega a tiempo de conocer las intenciones de su familia para salir de la crisis. Son apareceros que han sido reemplazados por la mecanización, las tierras que tantos años han cultivado nunca fueron suyas y ahora no disponen de ningún recurso para subsistir.
La esperanza de una nueva vida está en un anuncio de empleo, para trabajar en California, el estado de las oportunidades.
Toda la familia saldrá destino a una vida mejor, pero conforme van recorriendo la ruta 66; se encuentran con su propia realidad. No son los únicos ni será fácil adaptarse al nuevo lugar.
El abuelo se resiste a abandonar el que ha sido su hogar, y apenas unos pocos kilómetros morirá. La abuela, también será victima, al llegar al destino.
Los padres se irán, deteriorando al ver la realidad distinta a sus esperanzas. Los abusos laborales, los conflictos laborales en los que se ven inmersos, conociendo a posteriori las consecuecias de su actuación.
Entran en un mundo más complejo donde la adaptación no resulta igual de fácil para todos los miembros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu valioso comentario.