Una película reflexiva, como casi todo el cine europeo. Nos cuenta la experiencia de un profesor que intenta con sus alumnos realizar un "mini" régimen autoritario fascista. Consiguen la uniformidad, la relación de poder y respeto. Pero cuando decide poner fin, algunos participantes consideran que han mejorado sus vidas más de lo que la sociedad global les puede permitir. Por ello deciden poner un trágico final a su existencia.
Los compañeros de los alumnos, también se verán afectados en su relación debido a la discrepancia de criterios e ideas.
Representa muy bien lo que puede ser un régimen autoritario, suscita la duda entre las ventajas que ofrece y el daño que provoca a la sociedad que no acepta las mismas ideas y no permite la pluralidad de opiniones.
Se aprecia la marginación que sufren los compañeros que no colaboran en el proyecto, y el auge de los que siguen la norma, que encuentran en su vida un camino directo para conseguir una mejora de su existencia.
Lo que principalmente se desprende de la película es; que aquellos que sí quieren tener sus propias opiniones no tienen cabida en el sistema, mientras que los que desean una vida mejor y con criterios más claros y definitorios, encuentran en el sistema una salvación.
Nuestra sociedad actual, premia la mediocridad y la inoperancia, por eso todas las ideas son aceptadas por muy imposibles e inadecuadas que puedan ser, sin embargo si se restringe este pensamiento se genera el malestar de los mediocres.
La película busca las alusiones al regimen Nazi, pero no desluce para nada el planteamiento actual y general del problema.
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