sábado, 29 de agosto de 2009

Duplicity

Una película desconcertante, tal vez demasiado. Llena de transiciones dividiendo la imagen en cuatro cuadros, poco afortunadas. Tiene la peculiaridad de que nos cuenta la historia desde continuos flash backs.

Dos exagentes de la CIA y el MI6, vuelven a encontrarse después de un desafortunado encuentro inicial. Ahora se dedican al espionaje industrial. En Nueva York hay dos grandes empresas que siempre están disputando.
Esta vez están contratados por empresas rivales. Tras los primeros escarceos, una de las empresas anuncia un novedoso producto revolucionario, pero mantiene el secreto por seguridad. La otra pretende anticiparse a su rival para anunciar el producto como propio en su próxima junta de accionistas.

Rivalizarán para en primer lugar descubrir el producto para anticiparse a ambas empresas y poder vender ellos mismos la patente, pero en todo el proceso hasta que logran deducir de que se trata el producto, surgiran dudas sobre la fidelidad del otro a la propuesta. Tras todo el romanticismo y secretismo aparente de todo el proceso, finalmente se darán cuenta de que todo estaba preparado y ellos habían sido seleccionados para realizar el papel que ha hecho.
Todo fue un engaño, para la otra empresa y ellos, daban más realismo al creer todo el montaje. Vemos como los agentes, tan bien preparados, son incapaces de ver el engaño y siempre piensan que están por delante de las empresas que los han contratado.

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