Película algo sencilla en su planteamiento y su guión. Muestra escenas de la expulsión, genocidio y exterminación llevada a cabo por los turcos sobre los armenios.
Nos muestra que siempre han habido genocidios, que no sólo los Nazis tienen este mérito, prácticamente todas poblaciones lo han llevado a cabo sobre las minorías que no ha interesado o se les ha querido arrebatar sus posesiones.
Es el caso de los indígenas norteamericanos, los judios, los armenios, los chiitas, ... etc.
Son escenas que se han repetido y seguirán repitiendose en años venideros. Los emancillados, sometidos a la voluntad demoledora de un régimen o creencia.
Siempre existirán soldados extremadamente celosos en el cumplimiento de las ordenes, simplemente en ser buenos soldados. Otros renegarán de su condición y dejaran de ser instrumentos del régimen, para tener una conciencia propia de sus actos. Así mismo entre las víctimas siempre los hay que escapan, que huyen del peligro con la suerte de evadirlo. Los sacrificados no reconocidos que sin nadie pedir su ayuda se entregan al sacrificio del resto.
Un curioso y conocido recorrido por las miserias humanas.
La película sólo aporta esa apertura a otras civilizaciones tan criminales como el criminalizado regimen Nazi.
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