viernes, 28 de septiembre de 2007

En busca de la felicidad


Un ejemplo de teson y perseverancia, al tiempo que descuida otros aspectos de la vida. Lo que no me gusta es el epitafio que puede generar una persona tan desbaratada, cuando recibe las ganancias que supone ser broker, tiene la vida hecha, todos sus defectos no se notaran los tapará el dinero. Son tantos los problemas que le hunden que nos muestra que la solución a todos es el dinero!! ganar mucho, mucho dinero!!. Esto es capitalismo puro y duro.

Una persona llega a la crisis de los 40. Recuerda que de pequeño fue numero uno y prometia más de lo que ha conseguido. Ahora se dedica a la venda de escaneres portatiles que tienen dificil salida. Y decide emprender una nueva carrera como broker. Para ello tiene que superar un periodo de prueba, donde no cobrará, y una prueba final.

Su vida se complica, pues su mujer no le comprende y se harta de colaborar en el hogar. Lo abandona y se marcha a Nueva York, él se queda con su hijo y todas las cargas. Va hundiendose poco a poco, pierde todo se convierte en un moroso, apenas tiene opciones para vivir en albergues de acogida. Pero como suele ocurrir, al final ve la luz cuando es aceptado como broker.

La película no la veo realista en el sentido que sólo relata la mitad de la historia, los problemas dificultades y retos que debe asumir un padre con su hijo para conseguir avanzar en la vida. Queda en el tintero el epitafio, si cabe más importante que el resto. Cómo devuelve todas las ayudas que ha recibido, como se transforma esta persona que ruega y pide ayuda a todos los amigos conocidos y acreedores. Una vez el éxito se aproxima a su vida pierde todo interés por la beneficiencia y la gente que le ha ayudado.

No tiene nada de compasivo ver a una persona caer y caer en la vida cuando al mismo tiempo estás descubriendo el tipo de persona que es.

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