jueves, 17 de junio de 2010

La bella y la bestia


Insufrible versión del conocido cuento de la bella y la bestia. Tan sólo la buena presencia de Estella Warren permite continuar con el visionado más allá de los tres primeros minutos.

En esta versión todo resulta chabacano, los efectos especiales son manchas en la pantalla. El decorado resulta totalmente inapropiado y los dialogos y comportamientos son totalmente etnocentricos.
En este caso Bella, es una lavandera que tiene un negocio que cada vez le va mejor al emplear ciertas mezclas perfumadas para suavizar la ropa durante el proceso de lavado.
Pero ante la inminente muerte del rey, no hay sucesor. Los condes sucesores se disputan el trono, acabando con los rivales. El primero de ellos será arrojado por una ventana para que durante la caida se clave un palo que le provoca la rotura de un manguito por el que sale liquido rojo.
La bestia resulta ser el hijo del rey, heredero al trono, pero encantado por la bruja, que intenta que defender a su candidato para el trono.
Bella siempre lleva el mismo vestido minifaldero, y cuando conoce la verdadera historia ayudará al futuro rey a lograr deshacer el encantamiento. Tras probar todas las formas que se explican en los cuentos.
Sólo lo logrará cuando el conde pretendiente y su secuaz troll, queden petrificados en la plaza del pueblo para disfrute de toda la ciudadanía de tal obra de arte.

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