miércoles, 4 de noviembre de 2009

Definitivamente quizás


Una película con un planteamiento interesante y novedoso, al tratar la historia amorosa de un padre, como un cuento que le cuenta a su hija para dormirse. Un relato para adultos, que sólo está justificado por una espeluznante charla de sexualidad que han recibido en el colegio los alumnos de 6 años.
El planteamiento inicial es inverosímil pero hay pocas otras justificaciones para aguantar el cuento de todos los romances de nadie.

Se plantea como un cuento donde en todo momento la trama da vuelcos, y giros para que las tres pretendientas no pierdan su oportunidad de ser madres de la niña, y compañía feliz del padre.

Paralelamente nos cuenta la maquinaria electoral en los Estados Unidos, donde las promesas se incumplen con facilidad y la verdad siempre se descubre demasiado tarde. Las traiciones del juego político, y las burlas del destino llevan al protagonista; de perseguir su sueño de ser político a diseñador de una empresa de bolsas de plástico. De su sueño, a su fracaso y decepción. En lo sentimental, sigue una historia similar, sufriendo reveses, y reencuentros afortunados con las distintas personalidades. La más tradicional novia inicial de toda la vida, que le engaña con su mejor amigo, hasta la inconformista contra sistema y excentrica, aunque vulnerable dominadora, pasando por la inteligente y manipuladora amante.
Finalmente su hija le ayudará a descubrir a la persona con quién ser feliz el resto de su vida.

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